El escritor y su gato compartiendo soledades

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Los infiernos del escritor

viernes, 24 de marzo de 2017

Maestros del Blues. Carlos Johnson; nos lo acerca Javier “Paco” Miró..., y como bonus un homenaje artístico a los recientemente fallecidos, James Cotton y Check Berry, blues mediante y alguna rima marginal...




Por Javier "Paco" Miró







Nacido el 17 de enero de 1953 en Chicago, Illinois, Estados Unidos, Carlos Johnson es un reconocidísimo guitarrista y cantante de Blues. Siendo zurdo toca la guitarra con las cuerdas dispuestas para un diestro al revés de como los hacían Otis Rush y Albert King. Johnson es admirado por su juego agresivo que ha atraído a múltiples audiencias en escena, sobre todo, durante la década del setenta dentro del Blues de Chicago. Ha tocado en grabaciones de músicos notables como Billy Branch & The Sons of Blues. En 1989 hizo su primera gira por Japón con Valerie Wellington y recibió la atención de la gran cantidad de fanáticos que cuenta el blues en tierra niponas. Ya en el 2004 repitió la experiencia pero como guitarrista soporte de Otis Rush. Estos conciertos le ayudaron a construir una base de popularidad muy fuerte en Japón. Aunque ha estado activo desde la década de 1970, tuvo que esperar hasta el año 2000 para lanzar un disco bajo su propio nombre. Ese año vio el lanzamiento de su debut en un CD titulado Mi Nombre es Carlos Johnson, grabado justamente en Buenos Aires, Argentina, con el sello especial de Blues local. También grabo en el CD Billy Branch & los hijos del Blues en 2002. Entre sus trabajos es necesario mencionar que Johnson también hizo un álbum como dúo con Branch había titulado “Don’t mess with the Bluesmen” en 2004. En 2007, él lanzó un álbum en vivo  Live en B.L.U.E.S. en Halsted grabado en Chicago, volviendo a recorrer Japón como artista, esta vez solista, tanto en el 2007 como en el  2009.





Réquiem
James Cotton y Chuck Berry









Soneto a los bluesman


Tonadas mórbidas, delicadas, indecentes
parten con sentencia del abismo hacia el letargo
famélicas siluetas que usurpan penitentes
los velos sin sus muertos y sangre olor a fango.

Entre rezos y plegarias: falsos confidentes,
imploran por sonetos que expliquen su penuria
actores que prometen ensueños imprudentes
tirria de la verba, canto y rima de la furia.

Van desnudos los poetas sobre hielos penitentes
ayuno en una nube halo claro de lujuria
oscuros son sus duelos y olvido sus simientes

libres de rencores lucen culpas inminentes,
hay encargo del suicida y exigencia de la curia
criptas relucientes y epitafios prominentes.