LLANURA Y
EMPEDRADO
Poesía criolla
Índice
1- Las cuitas de “El Faca” Godoy............ 3
2- El hombre de
puso enteco................... 78
3-
Entre pocillos........................................84
4-
Perdoname Buenos
Aires.................... 97
LAS
CUITAS DEL FACA GODOY
(Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires – 1938-1943)
“La tarde llegó cansada y se recostó enseguida en un crepúsculo de nubes blancas” (Juan Filloy – La Potra – 1967)
“Hay una hora de la tarde en que la llanura
está por decir algo” (Jorge Luis Borges – El Fin – Artificios – 1944 –
Ficciones)
1- Intriga y destierro
2- Entre sierras
3-
La caterva
4-
De regreso
5- El legado
6-
Coloquio
El Chacho Peñalosa
El Manco Paz
San La Muerte
Don Nicanor
Don
Nírido
El Sargento
1- Intriga y
destierro: Anastasio Godoy, “El Faca”, comienza el relato de su historia
dando cuenta de un doble proceso migratorio sufrido por marcados desatinos
propios. Conductas cándidas y ciertamente holgazanas le procuraron desventuras
que lo encerraron en dilemas de compleja solución. La especulación sobre una
habilidad muy menor transformada en mito a favor de funcionarios y caudillos
inescrupulosos. La nobleza como final y correlato de un hombre que supo leer en
dónde se ocultaba realmente la verdadera ignominia.
Anastasio Godoy
Me permito en la ocasión
ser cruel en la
cortesía
al pago y sus celosías
le concedo esta
canción.
Entre caña y buen tabaco
vivo armando mis alforjas
el sudor mi cuero moja
de banales narraciones
epitafios con olvidos
amores y dilaciones.
El pueblo se me hizo cuesta
exhumando sus
tranqueras
sus avaros maquillajes
señuelos y morisquetas.
Quiso el mutismo
nuboso
de ocasos y sin sentido
secundar entre dos tilos
este triste sentimiento
parcelando entre bordonas
décimas y sufrimiento.
Viene justo a mi memoria
el día en que la querencia
indicó no sin vergüenza
pradera de convivencia.
Pensó uno con cordura
que dos manos de labor
encontrarían mesura
que sirvan de cometido
de vivir sin ser herido
en la artesana llanura.
Las historias y relatos
contadas por los coleros
suelen señalar la impronta
y el cumplido de los teros.
Más se me ocurre que usted
si escucha con atención
verá que no hay maldición
en mis dichos y decires
vertiendo sin intención
entre ocasos y confines.
La ley le puso valor
y precio a mi libertad
de nada sirvió jurar
por santos sin voluntad.
Un culpable funcional
es visto con buen agrado
cuando se quiere ocultar
la verdad y lo ocurrido
no existe mejor oyente
que un zote desconocido.
El Faca supo al
marchar
Viene justo a mi memoria
el día en que la querencia
indicó no sin vergüenza
pradera de convivencia.
Pensó uno con cordura
que dos manos de labor
encontrarían mesura
que sirvan de cometido
de vivir sin ser herido
en la artesana llanura.
Las historias y relatos
contadas por los coleros
suelen señalar la impronta
y el cumplido de los teros.
Más se me ocurre que usted
si escucha con atención
verá que no hay maldición
en mis dichos y decires
vertiendo sin intención
entre ocasos y confines.
La ley le puso valor
y precio a mi libertad
de nada sirvió jurar
por santos sin voluntad.
Un culpable funcional
es visto con buen agrado
cuando se quiere ocultar
la verdad y lo ocurrido
no existe mejor oyente
que un zote desconocido.
En asuntos del amor
pequé por zonzo y dormido
las faldas y los
rodetes
marcan cartas y caminos.
Por ser confiado y
creído
amanecí con
mantillas
pensando que era yo solo
el portador de su
aliento
resulta que la
mozuela
era mujer del Sargento.
El hombre se vino
enteco
cuando el cuento le llegó
fue en legítima defensa
pero nadie lo creyó.
Bebido y con mano
alzada
el subalterno arribó
montado en un malacara
que la viuda le cedió,
esa misma que no
llora
esa misma que engañó.
Me presenté ante la
ley
a contar lo sucedido
salimos por el finado
a mi amparo
empobrecido.
Cetrino y sangrando estaba
cuando llegó la partida
y con la daga
afirmada
un arroyo por la herida
los amores de
anteanoche
fueron huella y despedida.
La moza no se
mostraba
ni tensa ni sorprendida
sus oscuros terciopelos
lutos breves
escondían.
Se la notaba palmaria
con pericia y con usura.
Nunca logré enredarla
en un cruce de mirada
la dulzura de sus besos
fue veneno de jornada.
El Juez hizo caso
omiso
del fraude montó pesquisa
conminó que desertara
para evitar la ignominia.
Me perjuró que el legajo
pasaría a mejor vida
que no había sinfonías
que aplaquen tanto
dolor
que la dama merecía
recuperarse en su honor.
La causa no
trascendió
en estrados superiores
el letrado cerró filas
argumentando querella,
simple riñas de
mamados
por cuestiones de baraja.
La defensa propia sirve
para más de un
cometido
el Juez y la dama viven
de un ágape bien servido.
Mi destreza con la
faca
sirvió de brazo motor
para que un ejecutor
conchabe sus apetencias.
Saqué del medio a un
intruso
que al legista incomodaba
sus sudores la soñaban
a la moza y los
ardores,
fui elemento necesario
para el Juez y sus
pasiones.
Solícito el leguleyo
no me pidió confesión
con un fajo de billetes
del bolsillo hizo pensión.
Un bayo sin
propietario
prendas de abrigo, y vianda,
tabaco, ración de caña
y una carta petición
fueron visa y beneficio
que recibí en la ocasión.
La carta recomendaba
una faca bien dispuesta,
hombre de buena
apariencia
y valentías a cuestas.
Ignoraba el
contenido
y el tenor de la misiva,
nada más remoto que
uno
desfigurarse matón
fui forzado sin
saberlo
a mi nueva condición.
Al Pago de Las
Mostazas
fui a dar con mis soledades
presenté mis credenciales
al caudillo y
sus maldades.
Puso blanco sobre negro
ordenando de inmediato:
vaya buscando
querencia
y un lugar para el retiro,
la cosa en primera
instancia
fue pasar inadvertido.
Las puntadas al
Sargento
me habían sumado fama,
injusta, exagerada
tanto por ciento
tramada.
Perezoso me sentía
con moneda y sin patrón
caprichos y sugerencias
no debía tolerar
sólo esperar el momento
silencio y saber
mirar.
Dorrego guarda
secretos
y leales sin omisión
revela poetas sensibles
cantores con emoción.
Su fina capa de
suelo
que cobija la riqueza
necesita de las nubes
y el poder de su tibieza
la
bendición regular
de una garúa que
empieza.
En este espacio del
mundo
debí cercar mi existencia
no más que por la
imprudencia
de un milico enloquecido;
que mamóse embrutecido
por unas faldas
villanas,
provocadoras de trampa
del embuste y del
engaño
sagaz en las bellas artes
de seducir con el daño.
La calma duró muy
poco
y en breve fui convocado
debía domesticar
a un Concejal mal llevado.
El hombre quería gravar
el impuesto de la tierra
cosa que no era bien vista
por
su tufo socialista,
una pequeña
advertencia
sedaría al moralista.
Nunca supuse que el
hombre
sostendría gallardías
que
políticos de talla
frecuentan
acobardar.
Se puso fiera la
cosa
proponiendo duelo abierto,
padrinos y testimonios
y reglas por qué
jurar
no existía en mi rencores
que me impulsen a matar.
Fui a la chacra del caudillo
a informar lo sucedido,
intimó me hiciera cargo
del convite recibido.
Me negué por
convicción
y valores adquiridos,
jamás me pongo al
servicio
de la amenaza y la muerte
en defensa de lo justo
sólo se expresa mi
suerte.
Subrayó recomendarme
que me jugaba el pellejo
que la palabra empeñada
se cumple con o sin riesgos.
“No
se equivoque Godoy
de su vida no es el
dueño
no cuenta con albedrío
ni poder de decisión
sólo le resta ser cauto
y cumplir con la misión”
Me fui sin decir
palabra
pensando en ese momento
que la trampa de la moza
repetía su argumento.
Sabía que no debía
poner en juego valores,
endeudar mi inspiración
de varón bien aprendido
y
sentenciar sin honor
mi faca por ser vendido.
No tenía que
entregarme
a la gula y a la inmundicia
que al igual que las arañas
tejen redes de
codicia.
Me fui a ver al
socialista
para hablar sobre el asunto
sin temores ni soberbia
me dijo con mucho
aplomo
“de usted depende mi amigo
aligerarse su lomo”.
El probo y su
reflexión
con humildad confirmó
que ser libre de elección
es el pan del buen
paisano.
Andar sin sentir penando
es de sabios y eruditos
que ven en los
contenidos
la alquimia de los valores
y decidir por sí
mismo
el brillo de sus colores.
Me habló sobre la
bondad
de virtuosos y de honrados
pero nunca convidados
de tormentos y
tornados.
Que saldara mis errores
con la ley si los tuviera,
que no le tema al
poder
del ignorante nocturno
que monta de vez en
cuando
a la espera de su turno.
Que sería mi abogado
si la pena lo exigiera,
que pediría el legajo
argumentando
derechos.
Que la faca no es manera
de resolver los asuntos,
que las trampas de
la vida
tienen siempre solución
cuando el honesto persiste
con sensata
convicción.
Propuse que el
devenir
limitara a los actores
hasta dónde se alzarían
las voces de los
traidores.
El caudillo sin
agallas
ordenó mi detención
seis gendarmes bien
trazados
visitaron mi brasero
sin mediar palabra
alguna
me dieron por el trasero.
Dos semanas me comí
en
una celda roñosa
insultado por milicos
y caricias
tormentosas.
Pero el noble socialista
tomó mi caso con lustre
aportó con su
saber
el resto de las
verdades
quedando libre de culpa
de cargos y otras
maldades.
Muy poco tiempo duró
el placer de la inocencia
jamás la villa admitió
de mi honor y mi
decencia.
No existían bienvenidas
en encuentros de ocasión,
las cuentas se me cerraban
y el trabajo no abundaba
vislumbrar otros senderos
la realidad presentaba.
El Concejal bien
nacido
respetó mi conmoción
un auténtico templario
debe buscarse su
rumbo.
Un tordillo destinó
como prueba de amistad
y un préstamo en efectivo
para que pueda empezar;
al
hombre se lo conoce
y no es preciso
implorar.
*
Entre Sierras: En la segunda parte del poema el cronista nos relata
los primeros pasos del nuevo exilio de Anastasio Godoy, el asombro por la
belleza de una geografía impactante y la hospitalidad que le diera quién
resultara ser, para su vergüenza, el padre de aquel Sargento del infortunio.
Sofocado y compungido sale tras San La Muerte en la búsqueda de un destino que
considera establecido, aceptando como determinante que no existía comarca para
su paz.
Cronista:
por jornal y por
mendrugos
perseguirían su
estrella.
Juzgaba que por su
historia
lo aguardaba el
desconsuelo
y una condena
ambulante
de haragán y
trashumante
periplos
interminables
nostalgias del
caminante.
En dos lunas la
llanura
desentendió su
interés
un horizonte de
sierras
presagiaban su
avidez.
El paraje era un
reposo
para quién sabe
mirar
no se pudo contener
ante tanta majestad
y arribó sin
esquivar
las pajas y su
ruindad.
Le hablaron de una
ventana
que merecía el oteo
veinte leguas hacia
el cielo
y arroyuelos por
goteo.
Insistente
prepotencia
de una comarca que
exhorta
y que sólo cree que
importa
mantener a la natura
liberada del embuste
del canalla y su postura.
del canalla y su postura.
El secreto de esta
tierra
guarda en sus venas
rocosas
el placer de las
sedosas
laderas con hierba
buena.
El crepúsculo seduce
mal o bien a
peregrino
hace la pena olvidar
con aromas y con
trinos
los fantasmas del
pasado
y los amores
ladinos.
Desfiló tras sus
asombros
tallándose el
territorio
sintió su traza
angustiada
recordando sus
escombros.
Se percibió
caprichoso
sumiso y
desprotegido
fue capturado
escogido
por imperio de un
recodo
cuyas luces de la
noche
Iluminaban su lodo.
Un tiempo por entre
grutas
y sin pato que pelar
se vio sentirse
nativo
fabricando un
arsenal.
Un perro lo
acompañaba
a distancia y con
modestia
caza y pesca eran
tareas
de un tosco
sobrevivir
el signo del
forastero
y su solitario
existir.
Hasta que un viejo
soldado
sin prole ni
descendencia
le ofreció jornal
seguro
lecho, labor y
querencia.
Tierra que había
obtenido
por herencia y sin
ultraje
cien ovinos y el
coraje
acompañaban su
estancia
en sus leguas de
artesano
no se tanteaba
distancia.
Los días se
destacaban
conforme el trato
acordado
la confianza no era
asunto
ni tampoco el
desagrado.
La suerte quiso una
noche
que preñado por la
curda
el soldado juegue
cartas
sincerando sus
dolores
un capón y el
aguardiente
afinaron los
motores.
Así se enteró Godoy
que aquel difunto
sargento
fuera el hijo del
paisano
que le abría su
dolor.
Sabía de la consorte
y de su escasa
cordura,
sabía que su bravura
se la otorgaba el
alcohol
y sabía que un tal
“Faca”
fue su brazo
ejecutor.
Pero sabía también
de la boca de un
amigo
que el matador fue
forzado
a enfrentar la
situación.
El Concejal
socialista
de los pagos de
Maciel
le había zanjado
tantos
que a distancia no
sabía
la moza, y un Juez
cobarde
pagarían algún día.
Las lágrimas del
soldado
necesitaban
prudencia
un acuerdo entre
paisanos
y un halo de
indiferencia.
No es de sensatos
mellar
la montura de un
doliente
que confiesa con
angustia
los males de su
existencia,
y Godoy estaba allí
sosteniéndole la
ausencia.
A la mañana
siguiente
el catre del
invitado
limpio, vacío,
helado,
mostraba traza
carente.
Una nota entre cobijas
acompañaba al
recluta,
pocas palabras
escritas
entrelíneas sin
talento
las verdades
presentaban
confesiones y
lamentos.
Anastasio Godoy
(Esquela)
“Mire amigo yo le
debo
más que la
hospitalidad,
usted me enseñó un
oficio
y una manera de
andar.
Le presento mis
miserias
las que no puedo
ocultar
y menos a un
compañero
que me supo valorar,
soy la mano
embrutecida
que fue obligada a
matar.
El apodo alcanza y
sobra
para sentirme
inmoral
ésta faca criminal
cerró parte de su
vida.
No pretendo su
perdón
y menos su
entendimiento,
advirtiendo su dolor
me revuelve el
egoísmo
no merezco su
atención
ni su piedad ni
civismo”.
Cronista
al brasero fue a
parar
el milico siempre
supo
quién era su
residente.
Y maldijo ese
momento
de quebranto y
flojedad,
los pecados de su
fruto
lo habían
comprometido
el alcohol sólo es
atento
pa ´ perder a los
amigos.
que llanuras y que
sierras
no pueden enmascarar
culpas que deben
pesar.
La muesca que la
miseria
nos provoca en la
memoria
son cicatrices que
el tiempo
siempre suelen
provocar
insultos reparadores
y recuerdos en el
mar.
Burlándose de sí
mismo
y hastiado de portar
penas
en busca de San La
Muerte
partió con sus manos
llenas.
Conocía de su cuna,
madrugaba por el
norte,
salió para allí
cuidado
por su perro
remendón
ese mismo que tutela
evitándole el perdón.
Más quisiera ver al
Juez
en ese instante
preciso
y sin nada que
perder
con la daga ser
conciso.
La faca que fue
abusada
por su bragueta
ligera
pirexia de putaísmo
y cargo de impunidad
intimando acuchillar
por flojera y
vanidad.
Conocedor de los
rumbos
y palenques
amistosos
migraba de pueblo en
pueblo
para curarse de
croto.
Con artes bien
aprendidas
y destrezas
comprobadas
el hambre era
corajiada
con sudores de
trabajo
esperanza
predispuesta
y bordonas por lo
bajo.
Anastasio Godoy
(Décimas de Viaje)
Los sabios y los
bribones
señalan el
recorrido,
más me gustan los
paisanos
que estiman prudente
dudar
del pensamiento
inicial
de una palabra
apurada.
Se confía demasiado
en decires populares
será por eso que
estamos
aporreados por los
males.
Quebrarse de vez en
cuando
suele causar
vergüenza
a quién no ha vivido
pena
pesada de soportar.
Puede el llorar
redimir
algún rencor
escondido
imposible presumir
de aquello que nunca
ha sido
nos queda sólo
discernir
las muescas de lo aprendido.
las muescas de lo aprendido.
El saber nativo
sufre
la más cruel
enfermedad
hay desprecio y
ninguneo
olvido y frivolidad.
Sólo aparca en los
vacíos
de tranquera y
soledad
payadores y coleros
descansan con
humildad
sus décimas
disonantes
son estacas de
piedad.
*
La Caterva: Los
últimos tres versos del capítulo anterior son una breve introducción al
encuentro que Anastasio Godoy tendrá con el grupo de payadores y coleros fieles
seguidores de San La Muerte. En la reunión El Chacho Peñaloza, El Manco Paz, y
el propio Santo describen asuntos de la vida y, de algún modo, le aconsejan al
solicitante que no es tiempo todavía y que aún le esperan cuestiones
importantes por resolver. Como en toda reunión populosa nada resulta demasiado
claro y en ocasiones se prefiere tener razón antes que arribar a la dicha.
Cronista
Encaró la ruta, su
huella
“El Faca Anastasio
Godoy”
buscando la
redención
de los muertos del
camino.
El Santo ya lo
esperaba
sabedor de su venida
portaba vencida el
alma
y el peso de la
injusticia,
los espectros
gobernaban
el sargento lo
seguía.
Las ánimas del
oriundo
otrora dueño del
campo
le merodearon un
tiempo
sintiéndose
moribundo.
Le advirtieron entre
sueños
que la ley de los
cristianos
sólo guarda
preferencias
en aquellos de su
espacio
cobijados por sus
rezos
envenenando
despacio.
En cercanías de
Salto
y a leguas de su
silueta
una ronda de
paisanos
bordoneaban sus
cuartetas.
Cantares que
recordaban
aventuras y
tragedias,
injustas,
persecuciones
y profundas
reticencias
“El Faca” buscó su
sitio,
el grupo le dio
licencia.
El brasero iluminaba
la traza del
concurrente
dejaba invocar la
pira
aquellas almas
presentes.
Caudillos y
vengadores
pendencieros y
traidores.
Reclutas de rango y
porte
alternaban posición
con salvajes bien
portados
y sus pilchas de
ocasión.
El Galo y don Juan
Manuel
compartían el
cordero
entremezclando
reproches
y un fuerte vino
patero.
Arbolito y el
Alsaciano
discutían el
contrato
que conchabado lo
trajo
a exterminar al
“infiel”:
Maldito ese
Rivadavia
sus negocios y su
piel.
Por completo la
caterva
con mesura y
prevención
escrutaba al
extranjero
omitiendo la
mención.
Quedó libre la
guitarra
y El Chacho ganó
partida,
como canto de
cigarra
le puso voz al
acecho
tratando de consolar
dejó coplas en su
lecho.
El Chacho Peñalosa
Ser severo en
demasía
implica tener espejo
no es leal el
observar
sólo miserias
ajenas,
pues podemos
encallar
en peligrosos
pantanos
complicados de
encarar
sin tener
contradicciones
propongo la
tolerancia
para medir las
acciones.
Cuando hablamos de
pecados
se impone justa
noción
de analizar al
vecino
con absoluta razón.
No podemos esgrimir
penalidades extremas
cuando estamos
perdonando
malicias de
conocidos
que por solo
saludarlos
cargan males
permitidos.
La ley que sirve no
mide
el rostro del
pecador
si se utiliza el
sistema
de los caminos
sinuosos,
es mejor irse del
pago
sin pensarlo y
presuroso.
La verdadera
justicia
radica en la
convicción:
No existirá menos
paga
ante idéntica
omisión.
Esa cosa de la
fianza
no la puedo digerir
se me pone
complicado
entender que ante un
pecado
aquel de gordo
bolsillo
sale absuelto y
respetado,
mientras el pobre
crotaje
sin el sabio
leguleyo
duerme sus noches
difuntas
con rejas hasta en
el techo.
Propongo que
analicemos
lo usual de todos
los días
y esa costumbre
adquirida
de juzgar casas
vecinas.
La corrupción es de
otro
lo mismo que el
latrocinio
suena ajena la
imprudencia
la crueldad y la
indecencia.
Nada hay que hacer
compañero
el mirarse en una
ciencia.
La balanza de la ley
fiscaliza a los
mortales
que eligen vivir
adentro
de un sistema
respetable.
Suponer esto por
cierto
es asumir la
inocencia
de no ver la
omnipresencia
de la red y esa
maraña
civilidad,
maquillaje
dueña de vicios y
mañas.
Hacemos la vista
gorda
cuando peca el
conocido,
cuando peca el
poderoso
el silencio es
admitido.
Sin embargo se me
ocurre
que existe un fraude
asumido
un sentido de
justicia
particular y sombrío
aquel que inculpa de
reo
al roto muerto de
frío.
Los rencores suelen
ser basuraje de
galpón,
trastos sucios que
se juntan
en féretros del
rincón.
Hay quienes los
acumulan
como ahorro y
capital,
fortuna que se
codicia
y que nunca podrán
gozar,
los buenos y sus
nostalgias
absuelven desde su
hogar.
Mide en derecho de
piso
otro grado de rencor
que espera de un
nuevo obrero
en pos de la
redención.
El hombre será
forzado,
por el vigor del
mendrugo,
aceptar nuestras
miserias
sed de venganza
adquirida
debiendo manso
soportar
la humillación y la
herida.
Cadena que se
complica
de infinitos
eslabones
cada vez hay más
bribones
cuyos males
multiplica.
Cobardía es la
palabra
que se me ocurre
imponer
porque es falta de
coraje
lo que mueve a la
venganza
de imponerle al
inocente
más que un código
una lanza”.
Cronista
Holgazanes y
eruditos
oyeron con reflexión
la palabra del
caudillo
con respeto y
devoción.
El valiente
montonero
hablaba de la
justicia
que la caterva
presente
alguna vez padeció.
La libertad de ser
libre
tiene precio
sentenció.
Sin sentirse
desafiado
y tratando de
aportar
“El Faca” pidió
permiso
para el envite
abordar.
Más sabía que su
suerte
se jugaba en este instante
que San La Muerte
anhelaba
escuchar su
dimensión
el canto desesperado
de un mortal en
extinción.
Anatasio Godoy
“Varias veces fui
testigo
que paisanos
encumbrados
sostienen ser
envidiados
por sus bienes y su
abrigo.
La soberbia es
cegadora
de verdades
escondidas
tal vez no sea la
envidia
causal del
remordimiento
al hombre se lo
conoce
cuando la suerte da
al viento.
Jamás este vil
canalla
fijará en sus
pecados
los deseos
imprevistos
que caen sobre su
talla.
Pensará pa´ sus
adentros
que la envidia los
corrompe
que el éxito ajeno
ciega
y promueve lo peor
nunca intentará
entender
y respetar el dolor.
Seguirá por sus
caminos
sin detener las
parcas
los cadáveres
dejados
no cuentan entre sus
marcas.
Su suerte no se
discute
ni debe ser
observada
todo logro lo merece
por haber nacido
probo
el resto debe
aplaudir
sus pericias y sus
robos.
Por eso y sin
arrogancia
recomiendo la
humildad
que reconozca
carencias
con buen tino y sin
crueldad.
La lectura de los
ojos
de aquellos que
sufren penas
suelen hacernos
poner
en el justo punto
humano
donde nada es para
siempre
donde todo es dar la
mano.
Creerse el punto más
alto
es el camino más
corto
para odiar y
envilecerse
es pensar que uno
merece
la baraja recibida.
Le digo sin
eufemismos
que la memoria y la
suerte
navegan distintos
mares
y que la historia y
la muerte
nos hace frágil y
pares.
Quién tiene se cree
envidiado
el que no,
victimizado.
Aquel no asume de
errores
que pudiera cometer,
éste no siente al
esfuerzo
como valor y
tendencia,
que modifique el
siniestro
estado de
indefensión
prefiere
compadecerse
por su pobre
condición.
No reconozco paisano
que perciba merecer
lo poco o mucho que
tiene.
Difícil es disfrutar
cuando de ausencias
se trata,
el medir siempre
carencias
conlleva fijar la
vista
en aquello que nos
falta,
padecer ceguera
viendo
no nos deja ver el
alba.
El planteo de estos
temas
me ha traído sus
corridas
he sido poco
entendido
más de una vez
sometido.
Será que la
observación
no es costumbre
popular
pena me da que no se
hable
de las tonteras
usuales
que por fácil
resolverlas
no se las ve como
males.
Pelear batallas
ariscas
que requieren
soportar
no es tarea que
cualquiera
ponga el pecho pa´
afrontar.
Las mayorías se
anotan
en lides con
resultado
que por saberse
ganadas
le sobran los
coroneles
que gallardamente
lucen
las medallas en sus
sienes.
Terminando con el
rezo
sin ánimo de
cansarlos
prefiero pasar de
largo
ofreciendo mi
pescuezo.
Los valores han
cambiado
quedando por ley
maltrechos
de tanto avaro
paisano
escondedor en su
lecho,
mejor vuelvo a mi
costado
a que me lancen el
pecho.
Diez décimas
alcanzaron
para hablar de los
pecados
que las tablas de la
ley
omitieron por error.
Si no ha quedado
claro
maldigo el mal
expresarme
le ruego sepa
entender
lo que entrelíneas
se firma
apelo a su parecer
si mi decires
confirma ”.
Cronista
Para cambiar el
tenor
de la lúgrubre
velada
“El Manco” propuso
un vino
con ánimo de celada.
Advirtiendo de los
vicios
que la apatía
propone
reparó que Dios
dispone
con los disfraces de
santo,
que nadie tiene
derecho
a limitarnos el
llanto.
El Manco Paz
Beber teniendo
medida
con amigos un buen
trago
amansa ciertos
sabores
y hace el placer más
largo.
Trabaja bien la
memoria
sin miedo a
reiteración,
perder tamaña
ocasión
no me suena
inteligente
ruego que sea
prudente
cuando tome su
ración.
El vino es un buen
aliado
de males y
desventuras
un culito siempre
ayuda
a superar pena dura.
Nunca deberá olvidar
que pedirle
redención
parte de la
injustica
de una exigencia al
servir
es allí cuando le
erramos
con la excusa de
vivir.
Sé que hay bebidas
mejores,
de más elaboración
confieso fuerte
pasión
por la sangre de los
pobres.
En un asado con
cueros
el cogote pide a
gritos
que abandone esa
vasija
y venga rápido a
sobar
ésta garganta
sedienta
seca de humo, y
orfandad.
También sé que su
densidad
ayuda a perder la
calma
que en ocasiones se
planta
como causal de
tormentas.
Si me permite
aclarar
un buen tinto
siempre avisa:
un mareo,
somnolencia
y cierta tontera
echada
nos indica con atino
que nos quedamos sin
nada.
Hablan de finos
cepajes
aroma y encanto
francés
copas de fino linaje
varietales y
bouquet.
Disculpe la
intromisión
si se quiere la
simpleza,
el vino ayuda
aplacar
a sufrientes
solitarios
que sólo aspiran
estar
un poco menos
otarios.
El tinto es buen
compañero
le pido no se le
abuse
nunca negará su
estima
le ruego no se le
acuse.
Siempre lista su
presencia
y corcho bien
desprendido
lo invitará
cordialmente
a conversarlo y
vivirlo
al igual que un buen
amigo
lo agasaja
pa´servirlo.
Cronista
De tosca traza y mendiga
una silueta macabra
sin mediar modos ni
formas
exigió tiempo y
palabra...
San La Muerte
“Señores yo los
saludo
y agradezco la
visita
nos convoca el
compañero
y un crepúsculo que
avisa
mis decires de
albedrío
tienen el rango de
misa.
Por la furia de los
cardos
viven llagas mal
curadas
el silencio se hace
sol
y pasados los
inviernos
se pinta la tierra
toda
con sudores y con
brumas,
los olvidos me
laceran
los recuerdos
pastorean
dejando guacha la
tierra
de vizcachas y
llanuras.
Cuando faltaba
moneda
mascar era
privilegio
el mate, tabaco y
taba
eran un buen
sortilegio.
Las esperas
solitarias
proponen que la
mirada
fije en el surco de
entrada
los pasos del buen
nativo
que sostenga en su
parada
algún pesar
sugestivo.
No sé de rimas y
cantos
ni de lujos ni
milagros
manejo poco las
artes
y mis talentos son
magros.
En terrenos de
visita
no me verá esquivar
un convite un
reservado,
que al alma no deje
en paz
enterrando así en el
polvo
azares que están de
más.
Nadie reclamará
deuda
mi forma no es
engañar
ser mérito de
paisano
alguno puede pensar.
Pero de seguir
hurgando
y en busca de la
verdad
diré con mayor
enfado
pena, dolor y recato
que no ha sido por
no pedir
sino que no me han
prestado.
Voy tropezando
rencores
en cada pago que
piso
la traba, la
zancadilla
auditan con suelo
liso.
No me achica el
desafío
y boceto mi
estrategia
el cuchillo es la
palabra
mi enemigo la
injusticia
más vale las cosas
claras
que el silencio y la
codicia.
Somos parte de los
tiempos
Eras de viento y
tormenta
el decoro y las
promesas
toleran la cruel
afrenta.
Son escasos los
paisanos
de palabra y ciencia
cierta
se peca por
prepotencia
se instala la
indiferencia
la pobreza no
conmueve
un insulto es la
decencia.
Se deben gritar
verdades
en lugar, en tiempo
y forma
de nada vale la pena
debatirlas en los
bares.
Una queja que se esgrime
a leguas de lo
ocurrido
suele resultar un
cuento
que a muy pocos
interesa
los cojones se
demuestran
cuando el riesgo nos
apresa.
Las luchas del
obreraje
inmigrante
desplazado
con cenizas se han
tapado
de negros cuerpos
quemados.
La tierra llora
testigos
viajando de pueblo
en pueblo
en busca de pan y
vino
buen tabaco y culo
e´ grapa
una mesa bien
tendida
y el recuerdo de una
ingrata.
Dirán que estas
rimas cruzan
sendas de poca
aptitud
perdonen si ven
soberbia
pero es seria mi
inquietud.
Veo sólo lo que veo
no me es propia la
invención
si digo que así las
cosas
no me corra con
reproches
el peor de los
embustes
no necesita de
noches.
Rimas de tiempos
tordillos
ausente dentre las
brazas.
Este coplero curtido
gringo tosco y
montarás
calló sus historias
niñas
evitando incomodar,
el lucero lo visita
senderando el
pajonal
fuego de daga y
memoria
un talero y soledad.
No es mi culpa lo
que pasa
pero sí, si no lo
digo
cada cual es
responsable
de sus dichos, sus
amigos.
No me afecta el
conformismo
de ser sólo el
pecador,
cuento con buena
ración
de historias bien
aprendidas,
seis bordonas de
rodillas
me dan clases
comedidas.
Estos versos que
nacieron
entre domas y maneadas
cuentan con cierta
armonía
y sudor de
paisanada.
Llevan ansias de
esperanza
por un futuro mejor
y si bien no soy
mentor
de verdades
rigurosas
más vale andar
avisando
que andar con
cuentas morosas.
No me sumo a la
protesta
que termina entre
cobijas
prefiero decir las
cosas
con propuesta y sin
malicia.
Sé del cobarde que
goza
de las mañas de las
artes
para que el frontera
asuma
el riesgo de la
jugada
nada peor que el
traidor
que abusa de la
manada.
El boliche se llenó
con voces de poco
trote
tres guitarras
taciturnas
aguardan por quién
las frote.
De bordonas
tormentosas
voy armando mis
acordes
por eso ya no hay
leales
en mis cadencias
paisanas
señores con mil
perdones
mis visiones son
insanas.
No percibo al
paisanaje
comprometido en las
luchas
se ve que lo ha
convencido
el mensaje y sus
escuchas.
Le suplico tenga
claro
que no peca de
inocente
ha bajado las
defensas
por el mendrugo
indecente
ha elegido estar
maneado
y ser víctima
presente.
Ser domador y
baquiano
no lo exime de un
buen tomo
tener instrucción le
sirve
a no abaratar su
lomo.
Mire que el patrón
bien sabe
que el ignorante no
exige,
el derecho se halla
escrito
para usted, para su
cría
dependerá su
interés,
la vida no es
profecía.
Le ruego bien me
interprete
no le estoy dando
lecciones
lo que sucede de a
diario
conllevan
explicaciones.
Y la ignorancia mi
amigo
es su sangre en
tierra ajena,
su sudor y su
nobleza
y su cintura gastada
un Doctor que nunca
llega
forma parte de la
trama.
No tengo grandes
rencores
y aunque le cueste
creer
niego que tal cosa
sea
la fórmula
verdadera.
Más se me ocurre
pensar
si alguien erró el
camino
y me viene con
pesares
no seré quién lo
corrija
el silencio juega
cartas
con la taba y la
sortija.
No me piense un
erudito,
sé más por haber
errado
que por haber
acertado,
distante estoy de
perito.
Y si me ha de
perdonar
le diré que es cosa
seria
no escuchar al caminante
que con transparente
dolor
le cuenta sus
desventuras
con agudo pundonor.
Sé de buenos
informantes
el pago cambió
paisaje
se mira mal al
viajero
se rinde culto al
poder.
Ser sumiso da buen
nombre
y el achicarse es de
ley
por eso pido disculpas
va mi canto
desprolijo
pues cargo en roncas
alforjas
el orgullo por mis
hijos.
Hubo tiempos en que
fui
gaucho fiel y
domesticado
los patrones me
apreciaban
por calmado y
sosegado.
Mi sangre era buen
abono
eran rentables mis
manos,
cierto día comencé
a consultar mis
derechos
sorpresa es lo que
encontré
me apuntaron con
pertrechos.
Tener buena
educación
no significa callar
y se me ocurre
afirmar
que educar no es
sosegar.
Y cuando en esto se
piensa
se lo tilda de
rebelde
el poder guarda
recetas
que al jornalero le
esconde
siempre es mejor
ignorar
que perturbar si
responde.
No me mire
sorprendido
ni dude de mi
mención
el código no me
hostiga
si se plantea
cuestión.
Elegí ser caminante
en lugar de servidor
el riesgo lo asumo
solo
no insisto por
compañía
yo siempre tendré
tabaco
pa´ quién siga por
mi vía.
Vivo de rimas y
gorra
y de lo que deba
morir
no me asusta el
laboreo
pero elijo a quien
servir.
No me gustan los
malandras
que chapean en
estancias,
señores acopiadores
de riquezas por
matanzas
que insultan al
jornalero
mientras rellenan
sus panzas.
No existe peor
consejo
que aquel que no se
pidió
pecaría de soberbio
si tal cosa se
entendió.
Yo le cuento de mi
historia
y tal vez de algo le
sirva
pero nada es
experiencia
que a otro par le
sea veraz
moralejas y relatos
y alguna bordona
tenaz.
Se murmura de
tradición
y de cultura nativa
se escriben
editoriales
a bien del peón de
campo.
Se revela con
intención
lo bueno de las
costumbres
pero en esas radios
locales
con dolor se lo
aseguro
no se lo escucha al
obrero
sino al dueño del
mendrugo.
Usted es joven,
fogoso,
peleador de los
calores
le cuento que no
está mal
la custodia de
valores.
Pero le debo
informar
que hallará en su
camino
más sordos que
escuchadores
más necios que
decidores
más cobardes que
cantores
más corruptos que
dadores.
Suelen señalar los
sabios
que el delito y la
falencia
caminan con la
pobreza
y abrevan de la
carencia.
Por las tinieblas y
el hambre
se ve que nadie
responde,
amén vemos sin
sorpresa
que el malandra sabe
en donde
es bueno esperar el
tren
empilchado de
vizconde.
En hipócritas
congresos
se querella a la
simpleza
como razón fundamental
de la lacra y la
torpeza.
Cultura y sabiduría
no significan lo
mismo
Doctores y leguleyos
lo tienen bien
aprendido
la democracia
burguesa
oculta lo prometido.
La sociedad la
construye
el humano y su
apetencia
se inventan
necesidades
de progreso y de
tenencia.
Se crean las
condiciones
pa´convencer que el
dinero
no es el medio sino
el fin
de toda superación
quedando
pa´otro momento
la lealtad y la
reunión.
Oscuras fatalidades
le hacen creer al
hombre
que adolece de
venturas,
de existencias y
renombre.
Víctima de vida
impura
que requiere
redención,
por eso adopta la
opción
y justifica
chanchullos
diseñando recorridos
ocultos para los
suyos.
Si se cansó de
escuchar
no se aflija que lo
entiendo
es mi falta de
talento
la sensación que
comprendo.
Por eso doy colofón
a tanta palabra
suelta
y le pido sin
urgencias
que repase lo
emitido
usted fijará qué
hacer
con su pobre
contenido”.
Cronista
Por fin el Santo
saldó
con su bordona y su
rima
recomendándole al
“Faca”
que no acelere su
ruina.
Que el curso y las
cicatrices
son cuestiones pa
´afrontar
que el paisano tiene
costos
que puede y debe
pagar
que su tiempo tiene
cuitas
que no es posible
rehusar.
La caterva se
arrumbó
camino del campo
santo
se alejó del
candidato
que pretendía su
manto.
La muerte no es un
castigo
que se deba merecer
la muerte tiene
paciencia
y no apura su misión
la vida es un don
divino
y no una opaca
cuestión.
Uno no va hacia el
destino
es él quién viene a
buscar
lo noble es tener
grandeza
y con hidalguía
esperar.
No mostrarse
inoportuno
caprichoso y
disidente,
es mejor que el
ciclo dicte
la sentencias y el
relato
asumiendo los momentos
y siempre cumplir el
trato.
De Regreso: Luego de
cinco años de ronda por los caminos de la llanura en donde procuró experimentar
en carne propia las observaciones marcadas por la caterva decide regresar a las
sierras del sur, a los pagos del viejo Soldado. Durante ese lustro fue mensual,
jornalero y aprendiz. De ese modo sobrevivió a las naturales demandas de su
cuerpo pudiendo además moralizar y resignificar aquellos compromisos por los
cuales había decidido desertar. Al corroborar la ausencia del recluta va al
encuentro de Don Nicanor, vecino que vivía junto a su hija tras la sierra, para
consultarle sobre la suerte del viejo.
Cronista
Entre estancias y
jornales
fue descubriendo su
historia
purgó con sus
insolvencias
por sus fraudes y
memoria.
Cinco años en
redimirse
buscándose sin
buscarse
percibiéndose volver
a los pagos del
recluta
para intentar
renacer
y abrazarse de una
excusa.
La daga yace
enterrada
muy lejos de sus
recuerdos.
Las casas de
tolerancia
y las mujeres de
atajo
complementaba su
instancia
de placer y de
sosiego.
Especuló sobre el
viejo
sobre la vida y la
parca
deseó encontrarse
con aire
y volver a la
comarca.
El sur lo estaba
aguardando
con sus sales y sus
vientos
descartaba
bienvenidas
los reproches y
lamentos.
Confió en su
reservado
observador y
truncado
para rememorar la
huella
que hace un tiempo
abandonó
y por razones
estrechas
en silencio desairó.
Cansado por la
fatiga
frustrado por
fracasar
viene el negro
sometido
buscando un trozo de
pan.
Su mirada así lo
exige
no necesita ladrar
acompaña su silueta
con su impronta
generosa
el negro no tiene
nombre
es negro, y así es
la cosa.
Iban los tres de
partida
tramando y de
confesión
la amargura se
blandía
como divisa en
malón.
El quejarse no
aportaba
no más que para
fastidio
un acuerdo entre
paisanos
beber y templar la
marcha
abarrotados de frío
por la tromba y por
la escarcha.
Las cinco lunas de
ruta
tuvieron por fin
llegada
la chacra sin el
recluta
posaba ufana, y
aseada.
Sin indicios de
movida
rumbeó a lo de
Nicanor
vecino que tras la
sierra
compartía sus ocasos
su pasión por esa
tierra
sus historias y
bolazos.
A la sombra del
ciruelo
descansaba el
paquetero
que usaba como
señuelo
y eficiente
mosquitero.
Y aquella niña, su
prole,
con los años
convertida
en la joven comedida
de culta prosa y
decencia
que entre ensillado
y lavado
laboraba en la
querencia.
Anastasio Godoy
Lo encaró con
prevención
hallando sólo un
“buen día”
“El Faca” no
percibía
que el hombre lo
conocía...
“Se anuncia
Anastasio Godoy
a rendirle sus
respetos
no tengo cuentas
pendientes
ni me persiguen
espectros
espero que su repaso
sepa disimular mi
aspecto”
Don Nicanor
Cómo olvidarme del
Faca
hombre de orgullos
remisos
pusilánime en su
fuga
miserable en los
permisos.
Por no sincerar sus
cosas
se vistió de
perseguido
por culpas que nadie
echó
se vislumbró poseído
por leer mal al
soldado
se pasó de
distraído.
Cómo olvidarme del
Faca
y su difunta
imprudencia
que de arcanos fue
novato
huyendo sin
referencia.
Hay tipos que por
soberbia
se inclinan a
sostener
que el mundo que los
rodea
conspira por
vocación
sin apelar al decoro
y a la humilde
tradición.
Diga que el viejo
recluta
es hombre de alto
valor
y que esperó por su
vuelta
con paciencia y
pundonor.
Usted porta del
fulano
un afecto inmerecido
en mi caso la
inversión
la haría por la
bebida
y no por un timorato
que no enaltece la
vida.
Ya le he dicho lo
que pienso
de aquí en más lo
que debo
Don Nírido está en
Dorrego
por cuestiones de
salud.
Me intimó con
pulcritud
este mensaje de
encargue
que espere por su
regreso
que mucho no va a
tardar
guarda un par de
ginebritas
y varias cuitas que
aclarar.
Espero que mi
vivienda
le otorgue lo
necesario
mi amigo no se
confunda
se lo aclaro de
antemano.
No me convoca el
placer
en componer esta
empresa
la palabra de un
amigo
no es cuestión para
ofertar
ojalá encuentre el
espacio
su dicha y su
libertad.
Anastasio Godoy
Agradezco su
confianza
y a mi partida yo
espero
no sienta la
frustración
de un brasero sin
apero.
Seré el mastín de su
hija
de su chacra y su
terreno
firme mi pulso
estará
si he de jugarme el
pellejo
haré honra a su
franquicia
aunque me cueste el
hollejo.
Mi cumplidor
reservado
se lo doy de
garantía
admito que mi
palabra
no cuenta con su
valía.
Trataré de redimir
pecados de juventud
por mi bien y la
salud
del buen recluta que
espero
y a su llegada
aclarar
lo velado en el
ropero.
Don Nicanor
Aceptando sus avales
admito su juramento
un paisano con
pendones
no expone vanos
lamentos.
Esperamos que su
estancia
sea corta y
placentera
el recluta guarda
achaques
y algún signo de
quietud
nunca omita la
oración
en sus noches de
virtud.
Anastasio Godoy
Me alegra que sus
palabras
contengan honestidad
que se adueñe de
silencios
y sea franco de
verdad.
No le pienso dirimir
por cuestiones
imprecisas
espero que con el
paso
y el transcurrir de
los días
pueda reparar
estafas
y zonceras
cometidas.
Me gustaría que
acepte
en este tiempo de
estancia
labores de
maestranza
y tareas por hacer.
No deseo
invitaciones
y vestirme de
entenado
quisiera mostrarme
útil
sometido a sus
servicios
le ofrezco mis
fieles brazos
y hacerme cargo ´e
mis vicios.
Don Nicanor
Para tales
menesteres
si es su deseo y su
dicha
someterse a la
demandas
de mi hija María
Luisa.
El galpón de los
olivos
está libre de
alimañas
decente para el
abrigo
y presto para
querencia
no se olvide que un
amigo
está cuando la
dolencia.
Usted será el
encargado
de mantener sus
peroles
su menaje y sus
trebejos
sus ovinos y
faroles.
De la limpieza
interior
deje a los que más
saben
María Luisa es
versada
en asuntos de la
higiene
ningún detalle se
escapa
cuando el apego
deviene.
Cronista
Varias semanas
pasaron
y ni atisbos del
soldado
la duda estaba
gastando
el alma del
invitado.
No quiso pues
demorar
consultarle a
Nicanor
de qué trataba la
cosa
y el grado de
enfermedad
el motivo de su
estancia
era el viejo y la
verdad.
Anastasio Godoy
Por lo que usted me
revela
con detalle y
seguridad
el asunto del
recluta
vela cierta
gravedad.
La demora en su
regreso
me sabe muy
complicado
sus gestos y prevenciones
me tienen desamparao
hable claro se lo
ruego
que me siento
quebrantao.
Don Nicanor
No me es útil
traicionar
el arrojo agonizante
de un amigo
vacilante
que a la muerte va a
enfrentar.
Las palabras del
soldado
sonaron a despedida
y le confieso Godoy
que lo conozco a
medida
cada día suma dudas
que con sueños me
convida.
Anastasio Godoy
Veinte leguas nos
separan
de su destino
doliente
le pido que me
libere
y enfilar hacia el
paciente.
Sé de los riesgos
que corro
que me esperan las
venganzas
ciertos caudillos
matreros
un Juez y sus
emboscadas
Don Nírido vale el
costo
mi honor no tiene
celadas.
Don Nicanor
Haga lo que deba
hacer
no comprometa el
futuro
en el fondo no
esperaba
otearlo aguardar su
turno.
Nuestro trato sigue
en pie
vaya y monte el
reservado
y recuerde al
Concejal
socialista, y
abogado,
hombre probo y de
palabra
y amigo del
sofocado.
El Legado: Arribado
El Faca a los pagos dorreguenses fue directo a la chacra del Concejal. Deseaba
tener de primera mano las novedades del caso. Grande fue su sorpresa cuando notó
la verbena que en la finca se vivía. El soldado estaba entero y feliz, sano y
de buen humor. La confirmación del Socialista como electo diputado en minoría
por la sexta sección era el motivo de la tertulia. El capítulo finaliza con voz
de Godoy reiterando la primera décima de la obra.
Cronista
Laso arribó el
frisón
a los pagos de
Maciel
exigido por el abuso
del alma de un
hombre fiel.
La mansión del
Concejal
disfrutaba en
romería
el dueño fue
distinguido
Diputado en minoría
el visaje lateral
le develó la utopía.
Vio que viejos
idealistas
disfrutaban la
tertulia.
No era diario ni
normal
que un obrero
delegado
llegara hasta las
vedadas
gateras
legislativas.
El poder establecido
aceitaba un
mecanismo
bien pagado por el
fraude
se tributaba a sí
mismo.
Sonriendo lo vio al
recluta
brindando con el
electo
el recuerdo de
Maciel
fue ovación en el
momento.
El enérgico Radical
fue baleado en
emboscada
desde la misma
parroquia
traicionado por su
yunta
su sangre pintó la
plaza
una pérdida que
insulta.
Recorrían por sus
venas
tributarios de
verdad
derechos para el
obrero
y un jornal con
dignidad.
Libertad de
asociación
ética, justicia y
moral,
más del “Peludo” se
sabe
guarda en su ser un
vulgar
que al pobre peón
desprecia
tentándose a
traicionar.
Si en la puerta de
su casa
el Delegado de turno
le planta con
devoción
dos plantas de culo
e ´ perro
el galerita
alvearista
firmará su redención
mamando de sus
instancias
y toda la
admiración,
don Juan Maciel
feneció
ultrajado y sin
morrión.
La veterana legión
aburrida de la broza
a las filas
socialistas
fue a recitarle su
prosa.
La Unión Cívica
dejaron
en medio de la
apatía
mezclados con la
prosapia
de familias ejemplares
propietarias de
ganado
de su bosta y de sus
males.
Atascó el parlamento
con prudencia de
vecino
y al ver los ojos
vencidos
al soldado emocionó.
Un abrazo indefinido
mostró cartas en el
paño
alguna broma
inconclusa
y temor por la
imprudencia
se dijo pa ´sus
adentros
qué sabia es la
“decadencia”.
Don Nírido
Espero que su
regreso
sea entero y de
verdad
que no muestre
terquedad
y silencios
esquineros.
No es momento de
reproches
ni de charlas del
pasado
son instancias de
festejo
por usted y el
diputado
es mi último deseo
para morirme en el
Pago.
Entendí que su
conciencia
lo castigó por la
vida
que sin intención
alguna
tuvo acaso que
quitar.
No padecí por su
marcha
en búsqueda de
piedad
cada cual tiene
derecho
a redimir
infracciones
y al no haber
fórmula cierta
yerra el rumbo en
ocasiones.
Cronista
La verbena terminó
con pleno sol del
naciente
repleta de paisanada
justificada y
sonriente.
De uno en vez se
retiraban
de la finca del
jurista
cada uno, a
descansar,
laurel a tanto
fracaso
nadie intuía por
entonces
epílogo de balazos.
A cien metros del
solar
y simulándose
esbirros
seis jóvenes
festejaban
al vencedor del
comicio.
Con pilchas de
vanidad
y boato bien
ostentoso
bordoneaban su
alegría
dentro de un auto
lujoso
lustrando sus
carabinas
por un dinero
jugoso.
Nadie prestó
atención
al movimiento
cercano
nadie tomó
prevención
por espíritus
arcanos.
Entre triunfos y
rancheras
empanadas y
aguardiente
torta frita, mate
amargo
y algún mamado
caliente
la función bajó sus
lienzos
se acercaban
malvivientes.
La ráfaga relumbró
el frente de la
posada
la cuadrilla
socialista
a mansalva fue
baleada.
Ante la misma salida
del Diputado y su
gente
la simulada partida
cumplió con su
cometido
un cuerpo herido de
muerte
pintaba el suelo
vencido.
Sospechando el
devenir
y sabedor de
traiciones
Anastasio y su
figura
barruntaron
maldiciones.
Y protegió con su
hechura
el abra de la
cancela
pudiendo así
arrinconar
la integridad del
conjunto
que a su gracia
salió virgen
a costa del buen
difunto.
Maltrecho fue
trasladado
al clínico
consultorio
ni la sombra de un
graduado
atendía el promontorio.
La Casa de los
Socorros
estaba aislada y con
rejas,
el coqueto
dispensario
moraba en obra y sin
tejas
el hombre se
desangraba
nadie sanaba sus
quejas.
El orden conservador
tarugó certeramente
cada puerta de
existiera
para calmar a un doliente.
A finales de los
treinta
oponerse y ser
valiente
eran motivo de
riesgo
y resultado azaroso
la vida era un
sortilegio
por un mandato
morboso.
Se disipó la partida
sin reconocer su
estrella
la soldadesca
cretina
bufoneando tras su
huella.
Aquel Juez de la
mozuela
decretó riña
e´mamados
con testigos
confinados
nadie quiso declarar
el premio del
atentado
fue un cerrojo
judicial.
El concilio
socialista
se ocupó de los
alivios.
Un galeno
practicante
y un errante
curandero
calmaban el
sufrimiento
del buen caudillo
aparcero.
El Santo quiso
esperar
un rato al
interesado
esta vez el visto
bueno
había sido
rubricado.
Anastasio Godoy
Exhalación de
arrabal
libre deuda
culminante
de este paso
descollante
no me puedo
lamentar.
Siento que soy
sometido
Por quién antes me
ignoró
que a la par me
conminó
a seguir el
recorrido
por gravosas
encomiendas
fui al instante
requerido.
Espero no haber
dejado
pasivo sin sufragar.
El reservado está
entero
y hay dinero en mi
equipaje
los préstamos, los
encajes
de allí los pueden
cobrar.
Un hombre franco, y
honesto
debe ser agradecido
no exhumar lo
padecido
buscando indulto del
resto.
Percibo la demasía
de mi anegado
interior
una amnesia superior
me aguarda con
sodomía.
Tientan suaves
melodías
y décimas generosas
las lágrimas
prodigiosas
de compadres de la
vida
este tiempo de
descuento
sirvió como
despedida.
Presumo que Nicanor
entenderá de mi
ausencia
aspirando a su
paciencia
le reitero mi
perdón.
Confié soñar con los
ojos
de su hija María
Luisa
aquí me ve en la
cornisa
peleando con mis
antojos
me llevó para mi
pozo
de recuerdo su
sonrisa.
Hay quienes hacen
promedio
en sus libros de
balance
hay quienes viven en
trance
sumergidos por el
tedio.
Ser búsqueda es un
remedio
y dudo que siempre
alcance
para saber que un
romance
no sólo es fin sino
un medio
y que el hábito
descanse
de tanto obstáculo y
asedio.
Se afirma de los
juglares
que nacen cuando
perecen
y que en la vida no
merecen
complacerse de
ideales.
No aspiro a que los
mortales
lo adviertan y por
mí recen
me gustaría que
empiecen
a dejar de ser
normales
pues hay detalles
que crecen
a pesar de ser
formales.
ser cruel en la
cortesía
al pago y sus
celosías
le concedo esta
canción.
Entre caña y buen
tabaco
vivo armando mis
alforjas
el sudor mi cuero
moja
de banales
narraciones
epitafios con
olvidos
amores y dilaciones.
Coloquio: El mismo
Sargento apuñalado le da la bienvenida a Anastasio Godoy a su nueva condición.
Luego de intercambiar experiencias sobre cuitas y arreglar cuentas pendientes
analizan el Pago y demás cuestiones que hacen a la vida que dejaron. Incluye un
Romancero en honor al Partido de Coronel Dorrego en boca del Sargento y un
recitado de Godoy titulado Viejo y Pobre. San La Muerte interviene hacía el
final del poema afirmando que más allá de un corto transcurrir siempre existe
un devenir y nadie, ni siquiera él, tiene la potestad para exponer sentencias
definitivas.
El Sargento
No esperaba que tan
pronto
la muerte lo haya
invitado
que le imponga
convidado
a calvarios que yo
afronto.
Sin embargo le
aconsejo
no traiga aquí sus
rencores
pues no existen los
dolores
ni enemigos de
entrecejo
cierta tristeza
menor
y un tinte siempre
bermejo.
No pienso
desaprobarlo
por causa de mi presente
he sido maula y
sirviente
de indignos a
censurar.
Las leyes no son
mandatos
son sólo
interpretación
de juristas de
ocasión
con buen vestir y
boatos
que sin mediar
confesión
legitiman malos
tratos.
Fui víctima de
galena
terminando
ensombrecido
una moza y su
cretino
disfrutan en piltra
ajena.
Es usted el que me
apena
no merece su destino
me acobarda el
desatino
de no descubrir
manera
y que este amargo no
alcance
pa ´olvidar a esa melena.
Su prestigio lo ha
adquirido
por razones del azar
su faca logró cortar
a un mamado
enceguecido.
Siento haber
amanecido
entre fangos y
dolencias
ebriedad por
insolvencias
sentimiento
malherido
fantasmas de las
ausencias
morir por no ser
querido.
Usted ocupó lugar
y es alma, y es mi
autor,
este fronterizo
dolor
me acercaba a lo
vulgar.
Difícil la
comprensión
cuando traza y
cicatriz
son forma, molde y
matriz
de una estrella sin
opción
como espantada
perdiz
que escapa con
intención.
Pasado un tiempo
entendí
de su hombría y sus
talentos
mi padre no es de
los lentos
su inteligencia
advertí.
Yo lo había
defraudado
como milico y
paisano
cediéndome a lo
mundano
desatendí su legado
pobre viejo, no es
humano
que te rapiñen lo
amado.
Acá con tiempo he
sabido
engalanar un romance
por Dorrego y su
balance
siete coplas han
nacido.
Adolecen de
intelecto
y no es obra de un
artista
como un paño de
batista
procuran causar
afecto
no tiene grandes
aristas
ni morriñas sin
defecto.
Romancero
Dorreguense
Pago de nortes
difusos
y escondida
geografía
el mar besa sus
mejillas
y sonroja su pudor.
Los ocasos tienen
sueños
y el artista los
pintó
con colores
terciopelo
de ríos que por
pendientes
derraman en sus
vertientes
el caudal de su
labor.
Llegué como tantos
otros
de paso y sin
decisión
ignoraba su belleza
su sutil
inspiración.
Comarca de nobles
poetas
que transpiran en
sus rimas
los ardores de
sequías
que laceran la visión
y acarician con
angustia
la próxima parición.
Hablo de Coronel
Dorrego
modesto Pago del sur
peinan sus campos
sembrados
inocencias y virtud.
No tiene grandes
secretos
ni miserias
conocidas
guarda suaves
melodías
de guitarreros
fogosos
hombres de valientes
letras
escritas en tiempos
mozos.
Guarda sedosas
lomadas
remanentes de la
sierra
en delicadas laderas
por vacunos
pastoreadas.
Las coplas de Luis
Acosta
nos recorren
fantasiosas
entre los campos
cegados
por tranqueras
impiadosas
sereno homenaje a un
poeta
decidor de nuestras
cosas.
Pequeños pueblos
irrumpen
toda una inmensa
llanura
testigos del
heroísmo
de millares de
premuras.
Cuentan viejas
celosías
estaciones abatidas
y a pesar de su
abandono
nos dejan su
testimonio
de la sombra y del
coraje
a pesar de los
demonios.
Y le confieso mi
amigo
que al Pago y su
terquedad
yo abracé por
elección.
Opté por estar
adentro
del paraje
prepotente
al que arribé
fastidioso
de pura casualidad,
le digo sin duda
alguna
que a pesar de no
ser cuna
me ofreció
serenidad.
Qué más puedes tu
pedirle
de regalo a este
terruño
sus paisajes, sus
amores
remembranzas que yo
acuño.
Jamás me solicitó
rendición de cuenta
alguna
pocas veces se
enfadó
por algún insulto
dado
arenas de mi
elección
por celo yo me he
quedado.
Anastasio Godoy
Perdone el poco
entusiasmo
no me encuentro para
rimas
siento hirviente las
heridas
y esta noción de
marasmo.
Me cuesta amar a
este Pago
plagado de
desventuras
los que están no
hallan venturas
idóneas para el
mandado
luces malas en
llanuras
sembradas por el
malvado.
Sargento
Entiendo su mal
humor
y su falta de
armonía
deje que pasen los
días
y evádase del rumor.
Aproveche de este
sitio
y disfrute su morada
no es una simple
parada
entre senderos de
ripio
es pausa determinada
sabiduría y
principio.
Sé de aquella
colisión
con el Santo y su
caterva
casi se olvida la
yerba
por tamaña petición.
Se jugó más que un
importe
por un perdón
excesivo
por limpiarse fue
abusivo
de San La Muerte y
su cohorte
menos mal que el
reflexivo
lo abandono por su
norte.
No se puede convocar
lo grave por un
antojo
ni por ceguera de un
ojo
vale la pena
implorar.
Uno debe demostrar
sin soberbia su
osadía
ocultarse en la
abadía
no conduce a señalar
los dramas y las
tardías
memorias de su
lugar.
Anastasio Godoy
Usted me pide
paciencia
cierta dosis de
contento
usted sugiere el
intento
de mantener la
conciencia.
Que el lugar vale la
pena
por transito y por
cañada
que veremos la
manada
los premios y la
condena
no me sirve esta cruzada
de víspera y noche
buena.
Será que estoy desganado
por absurdas
coyunturas
abandoné las
monturas
y me admito
fatigado.
Si bien no perdí
confianza
retomé mis
prevenciones
la religión y los
dones
armonizaron la
fianza
sorprendí muchos
clamores
protegidos por las
lanzas.
Le contaré de una
historia
que guarda su
moraleja
el relato se
empareja
y refresca mi
memoria.
Uno suele improvisar
aquello que lo
condena
estrofas que el
viento lleva
sin destino y por
azar
sacralizando el
altar
pulpería que
exonera.
Viejo y Pobre
Tuvo que irse del
partido
acarreando la
traición
de un imberbe
doctorcito
que alguna vez
arrulló.
De potrillo
jornaleaba
en la estancia del
patrón
que resultó ser el
padre
del devenido abogado
que abandonó sus
estimas
por un precio bien
pagado.
Los títulos poco
saben
de jinetes y
maneadas
las tardes de pesca
lucen
escondidas o
guardadas.
El muchacho se hizo
probo
en asuntos de la ley
con enmarcado
diploma
propuso fuerte
distancia
no lo trató más de
usted
demostrando su
arrogancia.
Hay mortales que
recuerdan
que es mejor no
recordar
hay sujetos que
prefieren
la soberbia, y
olvidar.
Nada peor en la
historia
que te lacere un
afecto
que con cariño
cuidaste
por sola retribución
de verle crecer
contento
y ayudarlo en su
misión.
El chimango soltó
alas
llegando hasta la
intendencia
y con nuevas
relaciones
molestaba la
decencia.
La vieja chacra
cambió
por lujos y por mal
gusto
rejas de fierro
fundido
gris cemento y
baldosines
tejas de florida
estampa
adoquines y
mastines.
Con un vetusto
galpón
el viejo era
convidado
lo tenía seco y
limpio
era su casa de
honrado.
Por los fondos de la
chacra
realizaba sus
labores
esas más que por
usuales
nadie presta su
atención
y ante la mínima
ausencia
viene el reto y la
tensión.
La vergüenza del
mocito
lo atavió de
decisión
recomendándole al
viejo
que se busque otra
pensión.
Su fealdad
incomodaba
a los nobles
visitantes
no era cuestión de
enlodar
las borrosas
bacanales
atendiendo a la
miseria
y demás temas
banales.
Tuvo entonces que
partir
para evitar
incomodar
jurando pa ´sus
adentros
no pararse y
reaccionar.
Los días montaron
meses
y con los meses los
años
cirujeando entre
cartones
sufriendo sequía y
peste
mendigando en los
boliches
sin un amigo que
apueste.
Ante denuncias
tilingas
esas que hablan de
la imagen
el Intendente mocito
tomo cartas en el
tema.
Quién de nato lo
acunara
hoy deslucía el
paisaje
la vejez y la
pobreza
son males para
esconder
y fue levantado
enjuto
como lo marca el
deber.
Los límites del
partido
fue lo último que
vio
llegó allí con
custodia
y una firme
condición:
“Mire amigo que la
orden
el Intendente la dio
no me pise más el
pueblo
usted ya no es
requerido
sus saberes no
interesan
ya no importan sus
gemidos”.
Yo lo encontré en el
camino
sendereando bajo el
sol
le ofrecí vino y
tabaco
con respeto
agradeció.
Me relato sus
tristezas
como quién cuenta un
error
se le notaba el
dolor
por la mal gracia
vivida
y una lágrima
viajaba
cuando recordaba su
huida.
Lo poco que le quedó
lo halló en nuevas
labores
me acompañó con
saberes
que de mucho me
sirvieron.
Pasaron casi dos
años
hasta que decidió
morir
él nunca pudo asumir
semejante imposición
la de un ingrato
muchacho
sin memoria y sin
razón.
Cuando paso por su
Pago
jamás me olvido una
flor
que dejo en su pobre
tumba
olvidada y sin
mención.
El Intendente
mozuelo
está preso por
malandra,
aunque ya nadie
recuerda
la mayor de sus
vilezas
suponer que uno
trasciende
creyendo en falsas
purezas.
Sargento
Entonces no me
equivoco
cuando lo invito a
fraguar
que es necesario
pensar
y evitar volverse
loco.
El Intendente costeó
la pagas de su
maldad
con visa sin
voluntad
sus gustos aderezó
barrotes de
propiedad
el destino reservó.
Anastasio Godoy
A quién le puede
valer
la justicia
retrasada
el viejo yace en su
fosa
nadie vela por su
ser.
Al igual que la
verdad
a destiempo no
interesa
sólo provoca pereza
y un dejo de
ingenuidad
lo divino no
endereza
la cruz por
necesidad.
No lo observo
entretenido
con la suerte de su
gente
el Juez aspira a
Regente
y la dama lo ha
elegido.
Su conformismo me
turba
no lo percibo
curtido
lo veo rendido,
asumido
por el destino y su
curva
la mujer y su marido
se revuelcan en su
tumba.
San La Muerte
Atendí con reflexión
el diálogo y sus
razones
celebro sus
vibraciones
y el poder de la
pasión.
Pero a veces es
mejor
rendirse ante la
cautela
esperar la buena
estela
y armonizar el dolor
la luz tenue de una
vela
intimida a su
creador.
Aquí no existe
sentencia
la eternidad no
condena
acaso alivie una
pena
argumentando
clemencia.
No es bueno dejarse
llevar
por mandatos
terrenales
los pantanos y
fangales
no son pautas para
guiarse
el cosmos carece
e´males
y aquello por qué
jugarse.
El término de la
gesta
siquiera se concibió
y menos aún comenzó
el camino que le
resta.
El crepúsculo
atesora
un novedoso amanecer
no es tentador
padecer
la frescura de una
mora
aguardar por el
placer
no se lo apoda
demora...
2- El Hombre
se puso
enteco
El hombre se puso
enteco
cuando llegó la
partida
los golpes que
recibía.
Una causa ya pagada
era motivo de
arresto
no entendía ese
supuesto
y dichos que le
decían
el hombre empuñó la
faca
quebrándose su
porfía.
Sostenía en su
legajo
la sombra de una
denuncia,
un puntero localista
lo acusaba de matrero.
El asunto era muy
serio
el caudillo era bien
visto
por el vulgo
adormecido
que recibía prebenda,
nunca encontró
testigos
que sustentaran su
senda.
Quince meses dentre
rejas
y la tapera saqueada
resultó la
bienvenida
que su pago le
brindó.
Pidió labor en
Calzada,
en Parrondo y en
Pujol,
nadie atendía los
ruegos
que por hombre
merecía
un par de manos
dispuestas
y un cuerpo que
carecía.
Sin tranco para
perder
y desprovisto de
prole
puso en el cinto sus
cuitas
sus ausencias y el
facón.
Se dijo pa´sus
adentros:
aquel hombre sin
opción
debe salir a buscar
una estrella que lo
rija
aunque ese atajo lo
lleve
tras la pérfida
sortija.
Sus primeras
felonías
se dieron en las
misiones
de una yegua y de un
dinero
sin testigos se
apropió.
Natural le pareció
eso de entrar y
servirse
hacerse con lo de
ajeno
no mellaba en su
conciencia
la vida esconde
sigilos
que la alejan de la
ciencia.
profesó de cara a
cara
esperó siempre la
estocada.
Sabía que estaba en
falta
por culpa de la
justicia
aún así su ley prefería
evitarse la amargura
de salpicar su
camisa
con sangre de la ventura.
Varios años de
actuación
le otorgaron
simpatías
cierta fama de
ocasión
y algún aura de
Mesías.
La peonada rezaba
por su vida y por su
suerte
esperaban que la
muerte
no repare en su
atención
el hombre se
comportaba
otorgando donación.
De bandolero a
cristiano
supo su traza pasar
era invitado a cenar
cuando caía de
apuros.
Las mujeres lo
celaban
por ser cacique
robusto
las madres lo
recibían
con argucia capital
cobijas pa´ el
entenado
intimidad marital.
lo tenían entre
lumbres
en las noches los
rurales
lo ascendían a sus
cumbres.
en rondas de vino y
grapa
se pechaban por
narrar
cada cual la más
notable
el hombre y su
caridad
la vida hacía
rentable.
Su fama bien
trascendió
los bordes de la
campaña
el poder lo
perseguía
con salvajismo y con
saña.
Pagaba el pobre
mensual
con golpizas sus
silencios
los bienes y las
mujeres
apresados, ley del
llano
el cacique frenó su
paso
notificando su
arcano.
quince leguas dentre
vados
la partida se agrupó
El hombre era
conocido
por su bravura y su
faca,
jabalí de las
llanuras
a varios se cargaría
con la muerte como
azar
la cuestión no
seducía.
y sitiar la
madriguera
para que salte el
esbirro
a los tumbos de su
hoguera.
mientras el fuego
cocía
ni señales del
proscrito
ante la brasa
encendida
corrió como la
humareda
el terror de la
partida.
De racia por las
escorias
olor a carne tostada
un cadáver
pestilente
yacía negro,
quemaba.
Tosca de turba
animada
magra tumba pa ´un
nacido
en la siniestra la
faca
daba cuenta que era
zurdo
tal cual como se
afirmaba
en los pagos del
difunto.
por la tropa fue
dragado
tiraron en el
agujero
Ni de su fosa fue
dueño
fue ultrajado, fue
mellado,
la partida festejaba
la muerte del
desterrado
nunca sabrían que en
breve
dormirían a su lado.
dio cuenta de la
masacre
un altar de
invocaciones
se fue dando en el
lugar.
lo mismo que el
jornalero,
el crotaje
desahuciado
acercaba sus
ofrendas
caminando o de a
caballo
a patas o dentre
riendas.
con la siembra y con
la siega
diluvio frecuente y
suave
La hacienda no
escatimaba
el santo determinaba
que el pueblo tiene
su tiempo
para amar y
disfrutar
que nadie tiene
derecho
por egoísmo amputar.
de ara trepó a
sagrario
ninguno quedaba en
pie.
De aquel bastardo
puntero
no se supo lo que
fue
algunos sienten que
el hombre
supo amar su
escapatoria
y que sigue
disfrutando
entre amantes de su
gloria.
3- ENTRE POCILLOS
Café Tortoni –
Avenida de Mayo y Piedras– Buenos Aires – Marzo 2008
Personajes:
Cronista
Lisandro De la
Torre: Senado Nacional
Leandro N. Além:
Caudillo Fundador de la UCR
Juan B. Maciel:
Caudillo Radical Dorreguense asesinado el 5 de Septiembre de 1937
Cronista:
En una mesa alejada
y fuera de todo lujo
Satán con azar
produjo
la distinguida
velada.
La vanidad, la
celada
eran motivo de verba
la astucia de los
infieles
la infamia y la
alevosía
son arpegios y
armonías
laberinto y felonía.
Pudieron bien
evitarse
argumentando lectura
prefirieron sin
premura
darse la mano,
pensarse.
Someter la
inteligencia
al épico recorrido
que marca ser
requerido
a una verbena
informal
cuidando que lo normal
guarde lógica y
sentido.
Maciel:
Común denominador
esconden nuestros
pecados
fuimos tres los
ultrajados
por orden
Conservador.
Más no nos faltó
valor
ni nos intimidó la
huesa
el poder sobre la
mesa
impuso altivo su
hedor
desde un viejo
campanario
dispararon sin
pudor.
En la plaza de mi
pago
un dolmen luce
presencia
de mi se exalta la
ausencia
siendo tilingo el
halago.
La apología no
aclara
de traidores y
venales
títulos han de
sobrarles
si quisieran reseñar
se sabe que al
evocar
hay silentes y
cobardes.
Los célebres
pabellones
escurrieron sus
valores
sobrevivir sin
dolores
afinaron sus
pendones.
Prefirieron omitir
el convite recibido
el partido
esclavizado
fingió y silenció mi
reto
la precisa carabina
hizo blanco y fue
decreto.
De momento y mi
relato
descansan por un
instante
un derrotero
lindante
escoge atender un
rato.
Estimo que debo ser
de lo más
afortunado,
mi mano no me ha
matado
ni me seduce la miel
el precio por lo
pactado
se paga cuando se es
fiel.
De la Torre
Acampe Maciel, le
advierto,
no me tiente a
sostener
la presencia de
pecados
de villanos y de
inciertos.
Mejor es aprovechar
este tiempo de
descuento
y aportar por el
momento
aquello por sopesar
proponiéndonos crear
a favor del
pensamiento.
Estimo dejar de lado
por un rato nuestra
suerte
fuimos sólo
consecuencia
del equilibrio
presente.
La infamia que por
entonces
no pudimos derrotar
hoy está documentada
y citada por
cronistas
la sangre y las
cicatrices
son acordes de
solistas.
Maciel
No puedo más Senador
que obligarme a su
consejo
ante su impronta yo
dejo
las cuestiones del
dolor.
Maldecir lo sucedido
sería gastar
chirolas
abaratando la
instancia
de tan alta comitiva
será que Dios no ha
podido
ayudarme con la
herida.
Alem
Fundé un partido
pensando
en valor y alta
moral
civismo y
jurisprudencia
fue consigna
Radical.
Mi ciencia fue
utilizada
para matar al obrero
perseguir al
jornalero
tratándolo de
malvado,
la Patagonia y
Vasena
no son cuitas del
pasado.
Nadie argumentó
indecencia
por tamaña atrocidad
mi sobrino y su
ruindad
ocultaron su
existencia.
Cómo pudo su codicia
apostar por la
carencia
avalando la malicia
y omitiendo la
decencia
la historia bien lo
indultó
brindándole su
clemencia.
De la Torre
Más allá de su
disgusto
quedan hombres de valor,
aquí tenemos un
mártir
que cayó con
pundonor.
Su partido supo
armar
gente proba y de
talento
sin afiliarme al
intento
de sobarle es
espinazo
le cuento que Juan
Maciel
cumple reglas de
pingazo.
Maciel
Le agradezco sus
halagos
y tamaña redención
no busqué ser
meritorio
de conceptos
elevados.
Yo sólo seguí las
pautas
que marcara nuestro
líder
ética y conducta
firme
para enfrentar al
tirano
inteligencia y
coraje
no siempre van de la
mano.
De la Torre
Lo doliente, es que
la horma,
del manual no forme
parte
nadie sigue su
estandarte
como buen sendero y
norma.
Obsérvense mis
legados
han quedado
adormecidos
baratamente
escondidos
por lucros y
negociados
una muerte en el
Senado
y traidores
reciclados.
Demócrata y
Progresista
llamaban a mi
cuadrilla
era una torpe
gavilla
con disfraz de
reformista.
La sangre de
Bordabehere
sirvió sólo de
pretexto
para que Roca y su
pacto
continúen con el
trato,
el bloque de mi
caterva
se retiró timorato.
Circulando los
noventa
se aliaron a la
inmundicia
brillantes en
reeditar
sus afanes de
codicia.
Menos mal que por
entonces
el olvidar importaba
la evolución
cercenaba
toda clase de
reproche
la asociación ya no
existe
fue enterrada
aquella noche.
Confundido y
obligado
decidí mi porvenir
supongo pude asumir
un derrotero
agobiado.
El suicidio no es
rentable
si es que vale mi
opinión
no mejora el
ascendente
ni prospera la
versión,
me han tildado de
cobarde
los ruines con
intención.
Alem
Si me permite
intentar
y meterme en el
asunto
muchas veces me
pregunto
qué quisimos
demostrar.
Se debe tener en
cuenta
el destino del
mensaje
a dónde va la
oración
y quién nos está
indagando,
un auditorio
oponente
negará estar
escuchando.
Maciel
La sordera
voluntaria
de quien no quiere
escuchar
es sordera
enmascarada
que prefiere
usufructuar.
Esta suprema
arrogancia
del soberbio
intolerante
es vista con buen
agrado
por el vulgo
sometido
que se acoda en
mostradores
bien mamados y
curtidos.
De la Torre
Disculpe Don Juan Maciel,
sin ánimo de
ofenderlo
sospecho guarda
recelo
y cierta debilidad.
No está en mí
subestimar
al pueblo y su
reflexión
le pido fije su
acción
en aquello
trascendental:
Necesidades humanas
lo básico elemental.
No está mal el
aspirar
a un mundo de
entendimiento
invocar conocimiento
y crecer para
anhelar.
Es justamente por
eso
que nos debemos
prudencia
y entender que es
una ciencia
la razón particular,
por la vida y sus
matices
no es pertinente
juzgar.
Alem
Señores no cabe duda
la leyenda ha
condenado
somos sólo un
monolito
y un discurso
desplumado.
Aspirar ser emulado
es cuestión de la
inocencia
no encuentro ni una
conciencia
que busque similitud
se persigue el
dividendo
untando a la
multitud.
Allá en el cuarenta
y cinco
vi un albor en el
camino
la bandada
intelectual
no entendió su
recorrido.
Las humildes
mayorías
portaron
protagonismo
dejaron de ser
objeto
de oligarcas y
hedonismo
la esperanza, y el
fulano
moldearon al
peronismo.
Algunos de nuestros
hombres
abrevaron sus
canteras
de Jauretche a
Scalabrini
de Forja rompieron
filas
aburridos de
discursos
y ausencias de
valentías.
Las traiciones no se
olvidan
cuando de historia
se habla
las razones y los
hechos
valen más que mil
palabras.
Maciel
De acuerdo a su
parecer
los Nacionales de
ayer
no debieron rechazar
el convite
populista.
La propuesta
peronista
hablaba de la
inclusión
sostenía la ilusión
de miles de
desplazados
usados por ese
entonces
como leña pa´el
asado.
Tengo alguna
prevención
por su cosmética
intrusa
a veces y con
excusas
la libertad no es
mención.
De todas formas le
cuento
que comulgo sometido
al concepto de las
clases
su combate y su
intención.
Confieso no ser
tilingo
ni medio pelo
fisgón.
De la Torre
El hallarme en
minoría
desafía el intelecto
no debo subestimar
el buen juicio y su
concepto.
Es verdad que de
elegir
mi marcada vocación
señalaría senderos
a favor de la
Nación,
aunque a veces su
perfume
huela a barata
loción.
Del hombre no me
agradó
su demagógica traza,
esa forma esa
cadencia
y el manejo de las
masas.
Sabido que es mal
menor
ante tantas
injusticias,
que por fin el
jornalero
aguinaldo iba a
gozar
vacación remunerada
y educación popular.
Obra social,
sindicato
y un firme amparo
legal,
la salud era
privilegio
para su prole y su
mal.
De todas formas yo
dejo
librado para el azar
esos modos que
sirvieron
a los maulas del
corriente
que utilizaron su
suerte
para su sombra
frenar.
Para colmo lo rodeó
cierta banda de
ordinarios
que cumplieron sus
horarios
y el poder
escamoteó.
Le ratearon al obrero
aquellos bienes
ganados
sus derechos
impugnaron
y lastimaron su
cuero,
hoy su nombre suena
artero
por sus nobles
entenados.
Alem
Si ansina fuera la
cosa
y espero guarde
licencia
no le quiero ni
contar
lo que dejé como
herencia.
Golpistas y
estafadores
del vil cohecho
profesores.
Prefiero dejar de
lado
la crítica
inconsistente
evaluando su gestión
con justicia
omnipresente.
Ocultan a De La Rua
y la turba de su
hogar
guardan bien
enmascarado
al pituco de Alvear.
Los cívicos
copulamos
más de una vez con
el mal,
abandonamos a Illia
cuando no pudo
enfrentar
al poder del enemigo
y su anhelo de
lucrar.
Maciel
¡Pucha qué cinismo
el viejo!
silencio, honestidad
demasiada felonía
para un mundo sin
piedad.
Apuesto que su
conjunto
tampoco lo valoró
que tarde le reservó
homenajes y
respetos,
la duda y el
desconcierto
invaden estos
momentos.
De la Torre
Haragana y
discursiva
sospecho a la
democracia
la libertad, la
desgracia
sopesan su ley
nociva.
Razonan las mayorías
a fuerza de la
prebenda
la justicia corre
vendas
cuando debe decidir
perseguir a un
jornalero
o detener a un
visir.
Alem
De la Torre observo
duda
y crítica del
sistema
le comento en esta
mesa
alguna visión
absurda.
Se dice que es lo
mejor
de lo peor que se
conoce
pero nadie se
descose
por ascender el
tenor
la vagancia
intelectual
rinde culto
superior.
De la Torre
Nada podemos cambiar
y menos en nuestro
estado
el morir equivocado
es cuestión a razonar.
Tal vez el error
partió
de suponer que el
sentido
por común y
prometido
conserva leyes de
honor,
vaya entonces la
ocasión
y asumir nuestro
dolor.
Cronista
El mozo marcó la
cuenta
y se dio por bien
pagado
atender lo razonado
era motivo de renta.
La taberna es un
lugar
de mágica geografía
fantasmas y celosías
velan prosas y talentos,
los próceres
hilvanaron
el mejor de los
momentos.
4 - Perdoname
Buenos Aires
esta falta de mención
rudo espanto,
ingratitud,
con fragancia de
maltrato
por quien gustó tu
empedrado
y que ayunara con
poetas
que a la barra de
Caracas
algún suicida
arrimó.
ni como El Mudo te
extraño
y si el recuerdo
corrompe
en esas noches de
luna
prefiero ante los
insomnios
terminar esa partida
que en las mesas de
Boedo
algún milico abortó.
Duele mucho Buenos
Aires
que no quiera
recordarte,
alguna
improvisación,
una doliente excusa
es que llevo en el
baúl
las indeseables
estrofas
que habitantes de tu
vida
legaron a mi
canción.
que tus luces no me
aclaren
mi pasado, tus
espectros,
epitafios a imputar,
a la esquina de
Medrano
vaya el perdón sin
envidia
refugio, garita y
trole,
doble mano con
perfidia.
El Maracaibo, el
Fernet,
las picadas con mi
viejo
un eximio billarista
de tabaco y de
bacán,
tablas y ceniceros
y un reservado
exclusivo
que indicaba sin
reparos
sólo de uso
familiar.
El fútbol de entre
veredas
y una pulpo que
peligra
los garajes como
arcos,
oblicuos de
humanidad,
un grito marca
cuidado
y un auto que se
aproxima
nos impone
tolerancia
por lo que pueda
pasar.
El buzón de Potosí
la carta nunca
enviada
y una primera
derrota
de aquel amor que no
fue,
suburbios de
claraboya
y el reto de los
vecinos
por cenizas de una
noche
de fogata y de
kermese.
no los gozo como
prosa
tus marañas de
odisea
me suenan a dulce
espera
de todas formas
soporto
tu soberbia de
alquitrán
que vive pidiendo
auxilio
víctima del diván.
En la cara del
ostento
el burgués y el
soberano
en la ceca del
mercado
el obrero
despreciado,
vaya mi redención
al que en su ruina y
su pus
llora desde los
bajos
cuando Manzi lo hace
luz.
Egoísmo en la
vidrieras
promesas tras los
cristales
lo que nunca será
tuyo
te lo venden en
postales,
cuánta verba de
ocasión
cuánta reja
parquizada
las murgas y los
poetas
despiertan de
madrugada.
Hay locos que nadie
escucha
y cuerdos que
vociferan
artistas de humilde
gorra
y muros que nos
enseñan
sobre luchas de
vencidos
sobre muertos de
percal
la ciudad se torna
pobre
cuando el gorrón se
hace cal.
Duele mucho Buenos
Aires
que no pueda
recordarte,
alguna
improvisación,
una doliente
disculpa
es que llevo en el
baúl
las indeseables
estrofas
que habitantes de tu
vida
legaron a mi canción.
legaron a mi canción.
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