El escritor y su gato compartiendo soledades

El escritor y su gato compartiendo soledades
Los infiernos del escritor

lunes, 21 de marzo de 2016

CUANDO ME EMPIECE A QUEDAR SOLO - Canta mi amiga María Rosa y un texto que intenta acompañarla






Sus calles embarradas, sus ventanas cerradas y sus frentes derruidos eran la triste postal cotidiana que por usanza no inquietaba. Cristo, el perro de la villa, declinaba sus orejas demandando comida; se llevará solamente una caricia que agradecerá bajando la mirada, como entendiendo lo inoportuno del petitorio, acompañando a prudente distancia la soledad del dimitente, siendo capaz de compadecerse por el dolor ajeno a pesar de su peculiar infortunio. Por el momento el hombre decidió no decidir. Prefirió dejar pasar unos días, de forma tal encontrar reposo para su maltratado y deshilachado espíritu. Tapió la puerta de la casa disponiéndose a vivir su luto con el propósito de refundarse y seguir en forma pausada con una vida repleta de recuerdos aparentes e imágenes desordenadas. Arrojó su silenciosa orfandad entre las sábanas deshechas, cerró los ojos tratando de no ser traicionado por su memoria, se durmió fantaseando con la muerte. (Fragmento de la novela El Gallego Ángel... - Gustavo Marcelo Sala)...